Creada en 2003, la Fundación
nace del proyecto de implantación del método
conductual por parte de la psicóloga Asunción
Puche, profesora de la facultad de Psicología y Ciencias
de la Educación Blanquerna de la Universidad Ramon
Llull de Barcelona, e introductora de la aplicación
de este tratamiento conductual para niños autistas
en España. Gracias a su profesionalidad, tenacidad
y al apoyo de la Universidad de UCLA en EE.UU., el Instituto
de Intervención Temprana, liderado por Asun Puche como
Directora Clínica, junto a profesionales que ella misma
ha formado, se convierte en el primer centro de réplica
del tratamiento conductual en España y uno de los pocos
en Europa.
La actividad principal del centro es la atención, asistencia
y enseñanza a niños diagnosticados de autismo
o trastorno generalizado del desarrollo y a sus familias mediante
la aplicación de un modelo de trabajo que idealmente
debe ser iniciado entre los 2 años y medio y los 4.
La intervención ofrecida actualmente por la Fundación
Planeta Imaginario puede dividirse en dos servicios diferenciados,
cada uno de los cuales se adapta a las características
del paciente y de su entorno familiar y escolar, aunque ambos
contemplan todas y cada una de las áreas consideradas
necesarias para el correcto desarrollo infantil como son el
lenguaje, el juego, los hábitos de autonomía
o un comportamiento ajustado al entorno del niño, teniendo
en cuenta las habilidades del niño en cada momento
para lograr la mejor adaptación de éste en su
entorno familiar, escolar y social.
Un equipo profesional
En la actualidad, la Fundación cuenta con 10 profesionales
clínicos trabajando en el tratamiento de los pacientes
y la investigación: 4 psicólogos, 1 logopeda,
1 psicopedagogo, 3 maestras de educación especial y
1 técnico superior en integración social. Como
centro de réplica, se recibe asesoramiento, supervisión
y formación continuada de directores clínicos
de Estados Unidos. La figura de la gerente, por su parte,
complementa el trabajo clínico y lleva la gestión
diaria del centro, mientras que el Patronato está formado
por destacados empresarios catalanes, profesionales de la
medicina, profesionales con experiencia en la gestión
de fundaciones, padres de niños con autismo y la Sra.
Puche.
La Fundación atiende a niños que inician el
tratamiento en edades entre los 2 y los 4 años diagnosticados
de autismo o trastorno generalizado del desarrollo, que cumplen
unos criterios en cuanto a nivel de desarrollo mental y no
presentan otras alteraciones a nivel físico u orgánico.
Además, también atiende a niños de edades
superiores a los 4 años, aunque en ese caso se realizan
adaptaciones del protocolo seguido. El objetivo del equipo
clínico de la Fundación no es la “curación”
del autismo o del TGD, sino la normalización de estos
pacientes, es decir, la obtención del máximo
equilibrio posible con el entorno.
Mejorar la calidad de vida
La filosofía de la Fundación se basa en un único
objetivo: incrementar la calidad de vida de los pacientes
y sus familias. Para ello, su trabajo se realiza en colaboración
y coordinación con el entorno familiar del paciente,
el entorno escolar y los profesionales médicos que
le han seguido. El programa de intervención para niños
autistas es global y trabaja de forma individual con cada
niño entre 35 y 40 horas semanales, en principio realiza
en el domicilio del niño pero a medida que éste
va aprendiendo nuevas habilidades, el tratamiento se expande
de forma gradual a ambientes escolares y comunitarios.
Otra de las bases del trabajo de la Fundación es el
Análisis Aplicado del Comportamiento, una metodología
centrada en atacar los déficits del niño en
base a las habilidades más preservadas o menos afectadas
de éste. Por último, la involucración
familiar es un aspecto básico para el desarrollo del
niño, por lo que la formación a los padres y
la atención a los hermanos también son elementos
esenciales de la intervención. |